31 mar 2014

Diomedes Díaz, ¿de burrero, en la adolescencia, a mujeriego, en la fama?

 Por John Acosta @Joacoro

Diomedes Díaz, en sus inicios
El adolescente Diomedes Dionisio Díaz Maestre estaba a punto de expulsar feliz toda esa energía juvenil acumulada en su humanidad de muchacho pobre, que no tenía maneras de pagarle a una mujer de vida difícil para que le hiciera el favor de ayudarle con esas necesidades biológicas de ímpetus precoces. Jorge Félix Acosta Mendoza, su amigo de travesuras de esa tarde pasional, vio cuando al futuro cantante famoso le blanquearon los ojos de emoción. Y, entonces, no solo le soltó la burra que él le sostenía por la cabeza, sino que, además, se la espantó, muerto de la risa. Diomedes Díaz, con su animal erguido blandiendo su satisfacción inconclusa, le agitaba sus brazos al impertinente amigo. “¡Nojoda, Oge, esa vaina no se hace!”, le decía, mientras veía perderse en el monte, a todo galope, la autora de esa desdicha momentánea.

La Junta era un caserío de gente conservadora, en donde los jóvenes debían conformarse con mirar, desde las inmensas piedras del río, que divide a La Junta en dos, a la contemporánea de sus amores, la misma que lavaba su ropa al lado de la madre vigilante. No había ninguna zona de tolerancia en donde ellos pudieran suplir sus penurias varoniles de hombres en despunta, ni tenían dinero para costearse la ida a San Juan del Cesar, la cabecera del municipio, a buscar el sitio adecuado para esos quehaceres de amores fugaces. De manera que la única opción posible era el monte, en el que siempre estaba dispuesta la burra mansa que pastaba desprevenida. O los corrales de ordeño que cada casa juntera tenía en su patio trasero, en los cuales habían vacas al gusto de todos. (Click aquí para leer otra crónica sobre los comienzos de Diomedes Díaz, en La Junta)

27 mar 2014

Uniautónoma celebra el Día Internacional de la Poesía y el de la Mujer en un evento cultural

El departamento de Humanidades, de la Universidad Autónoma del Caribe, junto con el grupo de Cuento y Poesía ‘Metáfora’, celebrarán mañana viernes 28 de marzo el “Día mundial de la Poesía en honor a la Mujer”, durante un significativo acto cultural se realizará en el Gran Salón de la Casa de Eventos a partir de las 9:00 de la mañana.

Durante el evento se presentarán hermosos recitales con reconocidas poetisas del Caribe, como Fadir Delgado y Dina Luz Pardo, lo mismo que divertidas comedias, canciones que llegan al alma, entre otros actos, que exaltarán la importancia de la mujer en el arte de la palabra escrita.

24 mar 2014

Cuando Buenaventura era una fiesta

Con la gallada del barrio Lleras
Por John Acosta

El brandy más sabroso del mundo se tomaba en La Punta del barrio Lleras de Buenaventura, a las cinco de la tarde, mezclado con leche condensada, mientras el sol despuntaba, agonizante,  allá en el horizonte y la brisa del océano Pacífico nos envolvía a todos con su pestilencia a mierda seca y retozábamos de alegría  sentados sobre los maderos frescos en la playa sin arena, cantando a todo pulmón lo que se nos diera la gana, sin que nadie no los impidiera, ni paracos ni guerrilleros hijos de puta, asesinos, mal paridos, desgraciados, que llegaron un día a rifase esa fiesta  sin el permiso debido de quienes disfrutábamos de la dicha de la Buenaventura libre.

Perdonen la sinceridad con que hoy les escribo, pero da rabia las sucesivas noticias con que los telenoticieros, los periódicos y la radio se ensañan contra lo que ayer fue una fiesta, amenizada con salsa de la buena. Entiendo perfectamente que la noticia debe darse tal y como sucedió. Sin embargo, esa que veo reflejada hoy en los medios, no es la Buenaventura que llevo en el alma.

9 mar 2014

Confesiones de un ex izquierdista redimido

Álvaro Gómez Hurtado, asesinado
Por John Acosta

Alfonso López Michelsen
Los recuerdos brumosos que tengo de ese momento, me muestran un día claro, brillante, por lo que, supongo, fue en un medio día. Lo cierto es que entré a la sala de repente: venía del patio de hacer no sé qué cosa. Ahí estaban Aba, mi vieja del alma, la abuela gigante (a pesar de su pequeño tamaño), junto a otras personas, entre las que recuerdo a mi tío Néstor (Click aquí para leer un cuento sobre tío Néstor). Lo retengo a él, entre los cachivaches sin forma que pululan en mi mente de ese preciso instante, porque fue quien me lanzó la pregunta a quemarropa: “¿Usted qué es, sobrino: liberal o conservador”? Confieso, sin la más mínima pizca de vergüenza, que era la primera vez que escuchaba esas dos palabras políticas. Era La Junta, mi pueblo, de finales de 1973, donde hacía, apenas, una docena de años que había llegado la planta eléctrica, la que únicamente duraba encendida la hora exacta durante la cual emitían la novela de la televisión venezolana: de ocho a nueve de la noche; es decir, no tenía posibilidad de ver noticieros de tv, no llegaba ningún periódico y la única emisora que salía en los transistores de la población era una de Valledupar, capital mundial del vallenato, y, por supuesto, solo colocaban música vallenata (Click aquí para leer crónica sobre La Junta).