17 feb 2011

Características del lenguaje periodístico

Atención, estudiantes de quinto semestre de Comunicación Social-Periodismo de la Universidad Autónoma del Caribe: Después de leer el capítulo 2 del libro Manual de Estilo, de la autoría de Nubia Camacho Bustos, ( Haga click aquí para ir al pdf del libro) deben consignar sus comentarios aquí. El mencionado capítulo se titula Características del lenguaje periodístico. Los comentarios deben ceñirse a los parámetros socializados en clase.


16 feb 2011

Medios de comunicación en las organizaciones

Atención, estudiantes de noveno semestre de Comunicación Social-Periodismo, de la Universidad Autónoma del Caribe: aquí deben consignar sus comentarios sobre el capítulo 11 del libro La Comunicación en las organizaciones, de la autoría de Carlos Fernández Collado, publicado por Editorial Trillas, S. A. de C.V., México, D. F., en abril de 1995. El mencionado capítulo, titulado Medios de comunicación en las organizaciones, fue escrito por Roberto Hernández Sampieri. Los comentarios de los estudiantes deben ceñirse a los parámetros socializados en clase.

3 feb 2011

El Niño Dios, desde la hamaca

Por John Acosta

Esa noche, Aura Elisa Mendoza de Acosta (la vieja Aba) no pudo dormir. Desde que despidió la última visita rutinaria que le hacían sus vecinos, todos los días después de la cena, para reírse con anotaciones chistosas, ella empezó a preguntarse qué iba a ser si su hijo Alcides de Jesús no aparecía con los juguetes. Después de ponerle la tranca a la puerta de la calle, se paró frente al viejo cuadro del Sagrado Corazón de Jesús que colgaba en una de las paredes de barro de la sala, se llevó las manos a la cabeza en señal de súplica, miró fijamente a la imagen religiosa y desahogó con una sola frase el tormento espiritual que sentía en ese momento.

- Pobres mis muchachitos - dijo -. Dios mío, ayúdame.

Así fueron los inicios del M-19 en la democracia

Por John Acosta


La tarima estaba montada. La gente llegaba en grupos y solos. Una pareja de novios bajó de una buseta, se coló entre las personas y se ubicó en las barandas metálicas que habían puesto alrededor del escenario. Algunos prevenidos llevaron sus paraguas: el tiempo amenazaba con unos nubarrones negros que se la habían pasado todo el día dando vueltas en el cielo de Barranquilla. Nadie repartía banderas: cada uno llevaba la suya. Ni camisetas. Y, sin embargo, la gente llegaba.

Los tradicionales buses repletos de personas de todos los barrios de la ciudad, contratados siempre para transportar a los animadores fugaces de las manifestaciones políticas, no aparecieron por ningún lado. Un vendedor de «raspao» adornó las botellas que contenían las esencias de su producto con los tres colores del movimiento que esa noche proclamaba la candidatura de Gustavo Bell Lemus a la Gobernación del Atlántico: azul, blanco y rojo. Y en el centro, con letras negras, el nombre: “AD M-19".

Alicia Barros: cómo se forja una líder wayuu

Por John Acosta


Alicia Barros Velásquez, líder wayuu

La pequeña Alicia Barros Velásquez aprendió a tejer para hacerle honor a su carácter indomable: porque le dio la gana. Había quedado huérfana a los cinco años de edad y su hermana mayor se hizo cargo de ella para criarla con el rigor de las leyes indígenas. Desde que nació, Alicia vivió en la ranchería ware-waraw y muchas veces dejó de ir a jugar con las demás niñas para quedarse viendo, con un interés inusual para su corta edad, la maestría con que las mujeres del lugar tejían sus corotos de uso. Su imaginación infantil no le permitió percatarse, entonces, de lo mucho que le costaría a ella aprender a realizar esos trabajos artesanales.

La Luna dio a luz en La Guajira

Por John Acosta



Tenía razón el Jefe de Alberto Girado Caballero: si no se ponía las pilas, su trabajador recién llegado no le duraría mucho. No soportaría la soledad de un campamento tan distante del bullicio citadino a que el nuevo empleado estaba acostumbrado y se iría en poco tiempo. El «patrón» debía de hacer algo urgente para poder retenerlo. Se empeñó, entonces, en buscarle novia a Alberto Girado para que se amañara en aquel lugar solitario. Esa determinación le causaría el dolor de cabeza más largo de su vida porque no contó con que su trabajador de estreno tenía un corazón sediento de amor, capaz de sucumbir enseguida ante los remezones que le propinara la actitud hogareña de una dama bonita.

Bell cerró campaña a bordo de un helicóptero

Por John Acosta


Gustavo Bell Lemus
El campero llegó al edificio de la calle 80 a las nueve de la mañana. Carlos Escobar, el coordinador de la campaña, fue hasta la portería para timbrar en uno de los apartamen¬tos. «Ya baja», dijo después de volver al carro. Hacía sol. El día empezaba a calentar. EL ruido de una aeronave invadió de pronto el sector. Era un helicóptero que repartía unos volantes desde el aire.

En la calle, la gente salía corriendo para coger su mensaje. Carlos Escobar sonreía satisfe¬cho: eran hojas que contenían un llamado de Gustavo Bell Lemus, candidato a la Gober¬nación del Atlántico. La figura del primer aspirante al cargo público del departamento apareció sonriente detrás de los cristales de la puerta del edificio. Saludó a sus compañeros de viaje y subió al carro.

1 feb 2011

La gota fría en Navidad

Por John Acosta

El Niño Dios se tardó 16 años para cumplirle los deseos al pequeño Emiliano Antonio Zuleta Baquero. El muchacho había nacido el 11 de enero de 1911 en la entonces remota y desconocida aldea de La Jagua del Pilar, una población perdida entre la exótica vegetación de las estribaciones de la Serranía del Perijá, en una época en donde no existían las tiendas y los cerdos valían por su contenido de manteca, mas no por la carne que tenían. El pequeño tuvo que esperar más de década y media para obtener lo que sería el encanto su vida: un acordeón.

Recuerdos navideños de una infancia feliz

Por John Acosta


La noche se anunciaba con el sonido de los animales montunos. La mancha negra se desprendía de las ventanas, de las puertas y de cualquier hendija para esparcirse por la inmensidad del campo.
En la casa, los niños esperaban impacientes el paso de los minutos. Todos rodeaban el arbolito de Navidad con su base llena de regalos. Así, juntos y en compañía de los grandes no se asustaban con sus propias sombras.

Además, esa noche los cuentos del abuelo no fueron sobre brujos o aparecidos. Sino sobre el Ni¬ño Dios. Eran las 11:45 de la noche del 24 de diciembre.

El niño Juan Guillermo Ángel Mejía era el más impaciente para que llegaran las 12:00. Un diminuto paquete, envuelto en papel de regalo, tenía una tarjeta con su nombre. ¿Qué podría ser aquello tan pequeño? ¿Por qué los paquetes de sus primos eran más grandes? ¿Qué había hecho él para que lo castigaran con un regalo tan pequeño como ese? ¿Acaso ese año no se había portado bien, precisamente para merecer un gran regalo? Miró el enorne reloj de cuerda que estaba en la pared. Nada: todavía no eran las 12:00.

En Colombia, sería mejor nacer adultos

(Tomada de El Mundo.com)
Por John Acosta


Jaime Orlando Popayán salió a comprar carne. La brisa helada que bajaba de vez en cuando de lo alto del cerro donde está incrustado el barrio, mermaba el encanto de aquella tarde soleada. No era la primera vez que hacía un mandado.

Las circunstancias trágicas de la vida se encargarían de que fuera la última.

Elizabeth de Popayán, su madre, lo vio salir con la alegría de costumbre. Le acababan de entregar el billete con el que debía comprar la carne. "Cuidado con los carros", le dijo. Se lo decía siempre. "Bueno", era lo único que podía responderle un niño de nueve años a su mamá protectora. Eran las dos de la tarde.

En Pereira, detrás del brillo de un par de zapatos

Por John Acosta


El cepillo pasaba una y otra vez. En cada ir y venir dejaba el brillo de los 54 años de experiencia. El resplandor aparecía poco a poco, como un milagro de orfebrería en medio de la rapidez del tiempo. Hasta que parecía un espejo de cuero, por más increíble que sonara.

Venía entonces el golpecito en la suela: lánguido, casi imperceptible. No por falta de ánimo, sino por prudencia. Aparecía enseguida el billete de quinientos pesos. Podría ser de mil. Pero ese era de quinientos.