Por John Acosta
Luz Esther Mendinueta Osorio todavía guarda
la primera factura de las compras que hizo para montar su tienda: es por 300
mil pesos y está fechada el 20 de octubre de 1994. Las realizó con el primer
préstamo que le aprobó la fundación que le
prestaba a personas que, come ella, no tenían acceso a los bancos. Le facilitaron
150 mil pesos. Ramón Torres Marulanda,
su marido, que todavía no acababa de reponerse de la sorpresiva determinación de su mujer,
tuvo que dejar la cadena de oro empeñada en el depósito de víveres para que le
fiaran los 150 mil pesos restantes, mientras la fundación le aprobaba el segundo préstamo a Luz Esther.