21 nov 2012

Fue como encontrar una mina de oro


(Como un homenaje al gran cronista que hoy partió para siempre, Comarca Literaria publica, por primera vez, un texto que no es escrito por el autor de este blog, y del cual hace referencia en este link: http://comarcaliteraria.blogspot.com/2012/11/hasta-luego-ernesto-maccausland.html )
Por Ernesto McCausland Sojo

Hasta luego, Ernesto MacCausland


Durante un seminario de actualización en periodismo, patrocinado por
Cerrejón en Riohacha, nos volvimos encontrar con Ernesto MacCausland
Por John Acosta
¿Quién carajos soy yo para escribir “algo” sobre Ernesto MacCausland? La respuesta es sencilla: no soy nadie para eso. No conozco ni a su esposa, ni a sus hijas, ni soy amigo de sus grandes amigos, que tampoco sé quiénes son, aunque sé que los tiene, y bastante. Han pasado muchos meses desde la última vez que lo vi en vida. Me enteré de su muerte esta mañana, cuando encendí mi celular y leí el ping de una amiga mía con la fatídica noticia. Por supuesto, yo lo conocía personalmente. Y, obvio, él también a mí, pero, la verdad, hasta ahí: no puedo presumir ahora de posar como uno de sus grandes amigos.