Por
John Acosta
Todo aquel que mame gallo,
es amigo mío. Pero en el sentido positivo de la mamadera de gallo. Porque, como
explicaré aquí, hay dos significados aceptados del arte de mamar gallo: uno
negativo, que no sería arte, y otro positivo, que merece ser elevado a la
categoría de arte. Queda claro, entonces, que considero amigo mío al que,
haciendo gala de una capacidad única y envidiable, mame gallo, desde la
concepción buena de este concepto.