24 dic 2013

Algunos directivos de Sintrauac pretenden tirarse a este sindicato y, de paso, a Uniautónoma

Por John Acosta

Recuerdo mis prevenciones iniciales cuando se formó el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma del Caribe, Sintrauac: la mayoría de sus fundadores eran cercanos o a la entonces rectora en la cárcel Silvia Guette Ponce o a algunos de los acólitos preferidos de la ahora ex rectora. “En honor a la verdad, el único que me inspira confianza es usted, viejo Segi”, le concluí a un compañero, en una reunión de profesores del programa de Comunicación Social-Periodismo de nuestra universidad. Me refería al docente Segismundo, mi compañero de trabajo en este prestigioso programa, a quien conocía de cerca y desde hacía muchos años. No podía entender, entonces, cómo un grupo de amigos de parrandas de algunos de los sacristanes más fieles a Silvia Guette formaban, de repente, un sindicato, justo cuando ella estaba en la cárcel. El viejo Segi, como le decimos por cariño, era el único que le escuché, desde siempre, su independencia frente al poder omnímodo de Guette Ponce.