Por
John Acosta
No se podía esperar menos de
la insensatez de una constructora y de la desidia de una alcaldía costeña. Es,
por tanto, un regalo navideño muy digno de semejante binomio: la prepotencia de
una empresa privada y la apatía, por decir lo menos, de unos politiqueros de
quinta. El resultado, por supuesto, es el tremendo monumento que la flamante
Grama Construcciones y la Alcaldía de Puerto Colombia le han levantado a los
residentes del sector de Villa Campestre que queda por el Boulevard Ciudad del
Mar. Se trata de un enorme basurero que se ha formado en la mitad de la vía que
la constructora no ha pavimentado y por lo que los funcionarios públicos del
municipio de Puerto Colombia se hacen los de la vista gorda.