9 mar 2014

Confesiones de un ex izquierdista redimido

Álvaro Gómez Hurtado, asesinado
Por John Acosta

Alfonso López Michelsen
Los recuerdos brumosos que tengo de ese momento, me muestran un día claro, brillante, por lo que, supongo, fue en un medio día. Lo cierto es que entré a la sala de repente: venía del patio de hacer no sé qué cosa. Ahí estaban Aba, mi vieja del alma, la abuela gigante (a pesar de su pequeño tamaño), junto a otras personas, entre las que recuerdo a mi tío Néstor (Click aquí para leer un cuento sobre tío Néstor). Lo retengo a él, entre los cachivaches sin forma que pululan en mi mente de ese preciso instante, porque fue quien me lanzó la pregunta a quemarropa: “¿Usted qué es, sobrino: liberal o conservador”? Confieso, sin la más mínima pizca de vergüenza, que era la primera vez que escuchaba esas dos palabras políticas. Era La Junta, mi pueblo, de finales de 1973, donde hacía, apenas, una docena de años que había llegado la planta eléctrica, la que únicamente duraba encendida la hora exacta durante la cual emitían la novela de la televisión venezolana: de ocho a nueve de la noche; es decir, no tenía posibilidad de ver noticieros de tv, no llegaba ningún periódico y la única emisora que salía en los transistores de la población era una de Valledupar, capital mundial del vallenato, y, por supuesto, solo colocaban música vallenata (Click aquí para leer crónica sobre La Junta).