25 abr 2014

Un cuento para Ángela, en su cumpleaños

Escuela Rural de Varones de La Junta, donde estudió Javier
Por John Acosta

Fotos: Fabián Acosta

Bien temprano, en la mañana, Javier supo que ya no podía postergar la decisión de sentarse a escribir de una buena vez el relato que había prometido sobre unos amores infantiles nunca expresados, que le revolvieron los cimientos de su alma de niño. Se dio cuenta ahí, sentado al borde su cama matrimonial, al encender su celular y consultar los mensajes de textos que entraron uno tras otro, como si hubiese estado esperando en el espacio virtual que le abrieran las puertas digitales de su mundo inmediato. Lo primero que revisó fue el  grupo Junteros WhatsAppeando y, entonces, lo vio: la hermosa niña que le movió hasta las entrañas más íntimas de su espiritualidad atormentada en su infancia precoz, unas  décadas atrás, estaba cumpliendo años ese día. Todos los paisanos pueblerinos, desde los rincones más remotos del planeta, la estaban felicitando. Javier se contuvo de hacerlo para sorprenderla más tarde con el escrito ofrecido unos tres años antes. (Click aquí para leer más sobre el grupo Junteros WhatsAppeando)