19 mar 2015

El hombre que se parió a sí mismo

"Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez": Gabriel García Márquez

Por Linda Aragón
Estudiante de Comunicación Social-Periodismo
Universidad Autónoma del Caribe

Su cuerpo no sólo se ha subido en los monumentales escenarios para llevar a cabo conciertos inolvidables alrededor del mundo: también se ha subido en  esos crudos y cruciales escenarios que la vida misma diseña para ponernos a prueba y enseñarnos lecciones inquebrantables. El trasegar de su pasado y presente ha estado tanteando los terrenos del éxito y la derrota, los aplausos y los abucheos, la humanidad y el engaño, el amor y la ingratitud, los viajes y los atolladeros, la vida y la muerte: fuertes contrastes que lo llevaron a bajarse de la nube en que estaba para que sintiera en los pies la textura rústica de la tierra que nos carga. Pero lo más emblemático de todo esto es que su talento nunca lo abandonó, siempre estuvo con él. La voz, el piano y el genio que lo impulsa a seguir componiendo le han dado a comprender que la música no es únicamente aquello que entra por los oídos, que es también lo que sale del corazón para enamorarse del mundo.