19 feb 2016

El Conejo de las Farc en La Guajira no ha sido el primero ni será el último de esta guerrilla

Los guerrilleros llegaron en camionetas de estacas con placas venezolanas
Por John Acosta

No es la primera vez que Iván Márquez encabeza un mitin político abanderado por las armas de su organización guerrillera, a pesar de estar inmerso en un proceso de paz. En la Presidencia del conservador Belisario Betancur, el establecimiento colombiano inició los primeros diálogos de paz de la historia del país con movimientos armados de izquierda. En virtud de esos acercamientos, se les permitió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) crear un partido político sin haber entregado su poder bélico. Iván Márquez fue el líder de la Unión Patriótica en el departamento del Caquetá y fue congresista por ese movimiento en los años 80, después de que paramilitares asesinaron a Henry Millán González, de quien era suplente Márquez. Las Farc hacían campaña armada a favor de su recién creado partido; incluso, en las zonas de su dominio, algunos candidatos conservadores y liberales fueron obligados a renunciar a sus aspiraciones para facilitarles la elección a los postulados por la Unión Patriótica (UP): por supuesto, nada de eso justifica el asesinato de los dos candidatos presidenciales, ocho congresistas, 13 diputados, 70 concejales, 11 alcaldes y unos cinco mil militantes (la izquierda colombiana dice que son 20 mil), durante el vergonzoso exterminio a que fue sometida la UP.

En los zapatos de Vicky Dávila

Por John Acosta

El primer grito de alarma lo leí ayer en la revista Semana, cuando un forista opinó en el artículo que informaba sobre la salida de Vicky Dávila de La FM. Así iba a iniciar yo esta columna hoy, pero pensaba transcribir enseguida el texto completo del comentario del aludido lector: sin embargo, cuando lo busqué ahora ya no lo encontré, a pesar de que me leí nuevamente todos los argumentos de quienes participaron. Noté, sí, que se incrementó el número de disertadores, pues ayer eran cinco páginas y hoy van diez. Lo curioso del asunto es que a quien iba a citar en este espacio era uno de los defensores de la desafortunada periodista. No obstante, la traída a colación de su dictamen no era por darle el lado a la ahora ex directora de La FM sino por el matiz que le dio el lector al debate suscitado: lo redujo a un episodio más de la pelea entre el presidente Juan Manuel Santos y el ex presidente y hoy senador Álvaro Uribe.