2 may 2016

Vecinos del corredor universitario madrugaron a limpiar su boulevard, a pesar del trasnocho al que los sometió Electricaribe

Hubo poco sol, lo que favoreció la jornada
Por John Acosta

Solo fue un amague pasajero al inicio de la jornada. Afortunadamente, quienes estábamos ahí supimos manejar la situación. El experimentado jardinero que se contrató ya había podado tres árboles y se disponía a intervenir el cuarto. Entonces, el caminante de unos 70 años, que se había levantado temprano para su habitual caminata dominguera en el boulevard, comenzó con sus alaridos a todo pulmón: que se estaba cometiendo una masacre contra los árboles, que eso pasaba cuando personas sin experiencia se ponían a hacer algo para lo que no estaban capacitado, que Barranquilla necesitaba árboles, en fin. Dejé el rastrillo con que recogía las bolsas plásticas y la basura general y me le acerqué para tratar de calmarlo. Le expliqué que eso era una iniciativa comunitaria de vecinos que queríamos darle una cara digna al sitio donde habitábamos, que el señor que podaba los árboles conocía muy bien su oficio, pero el anciano siguió con su perorata. Afortunadamente, los dos perros que lo acompañaban parecían temerle al amo y eran diametralmente opuestos a él: sumisos, agachaban la cabeza y no lo acompañaron con sus ladridos.