26 mar 2017

"Placas Blancas", la otra invasión de Maduro a Colombia

Por John Acosta

Había más de 15 putas, en un salón pequeño. Cuando entré, se respiraba un aire enrarecido por el humo de cigarrillos, a pesar de que la puerta que da a la calle permanecía abierta. Las mesas estaban colocadas en redondo, alrededor de las cuatro paredes del recinto: todas estaban ocupadas  por más de tres parejas, menos una. Uno de mis dos acompañantes fue hasta el fondo, donde estaba el bar. Saludó al dueño y me lo presentó. Pedí tres cervezas y empezamos a tomárnosla de pie, junto a la barra. Miré a un lado y descubrí que el otro acompañante mío ya conversaba animadamente con una de las dos únicas mujeres que habían desocupadas en la mesa donde no había hombres. Una era tan joven que parecía no llegar a los 20 años y la otra no creo que pasaba de los 25. El compañero que estaba con ellas nos invitó a que los siguiéramos.  “Falta una”, pensé, mientras nos sentamos. Apenas las escuché hablar, supe que eran venezolanas. “En este bar no encuentras ni una sola colombiana”, me dijo la más joven.