Por John Acosta @Joacoro
A nosotros nos tocó el turno
esa mañana de mediados de enero de 2016. Ese fue el regalo con que los altos directivos
de la Universidad Autónoma del Caribe nos recibieron a unos 30 directores de
área: la disminución de un 25% de nuestro salario; es decir, cuando a todos los
trabajadores de cualquier empresa establecida en Colombia, pública o privada,
les suben un porcentaje de su sueldo a partir de enero de cada año, a estos 30 empleados
de nuestra institución educativa, nos lo bajaron. Y no cualquier bajonazo: a
partir de febrero de ese año, recibiríamos una cuarta parte menos de lo que ganamos
el año anterior. La mayor parte de los afectados éramos directores de programas
y departamentos académicos. Nos fueron llamando por facultad. A los cinco directores
de la facultad de Ciencias Sociales y Humanas, nos tocó esa mañana. O
aceptábamos el duro golpe o nos íbamos de la universidad. Así de sencillo.